domingo, 1 de noviembre de 2009
Poema de San Agustin
Perder un ser querido.... el eterno dolor de todos nosotros.La muerte cada dia nos dice que en ella todos somos iguales...y en la vida escrituras varias tratan de darnos consuelo
Para todos, por que todos debemos desprendernos de nuestros seres queridos y todos deseamos que descansen en paz
No llores si me amas ...
Si conocieras el don de Dios
y lo que es el cielo...
Sí pudieras oír el
cántico de los ángeles
y verme en medio de ellos...
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos
los horizontes, los campos y los nuevos
senderos que atravieso...
Si por un instante pudieras contemplar como yo
la belleza ante la cual las bellezas palidecen...
¡Cómo!... ¡Tú me has visto, me has amado
en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme
en el país de las inmutables realidades?
Creéme. Cuando la muerte venga
a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban;
cuando llegue el día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo
en el que te ha precedido la mía...
Ese día volverás a verme.
Sentirás que te sigo amando, que te amé,
y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis feliz.
Ya no esperando la muerte,
sino avanzando conmigo,
que te llevaré de la mano por los senderos
nuevos de luz y vida.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas.
Para todos, por que todos debemos desprendernos de nuestros seres queridos y todos deseamos que descansen en paz
No llores si me amas ...
Si conocieras el don de Dios
y lo que es el cielo...
Sí pudieras oír el
cántico de los ángeles
y verme en medio de ellos...
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos
los horizontes, los campos y los nuevos
senderos que atravieso...
Si por un instante pudieras contemplar como yo
la belleza ante la cual las bellezas palidecen...
¡Cómo!... ¡Tú me has visto, me has amado
en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme
en el país de las inmutables realidades?
Creéme. Cuando la muerte venga
a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban;
cuando llegue el día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo
en el que te ha precedido la mía...
Ese día volverás a verme.
Sentirás que te sigo amando, que te amé,
y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis feliz.
Ya no esperando la muerte,
sino avanzando conmigo,
que te llevaré de la mano por los senderos
nuevos de luz y vida.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas.
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1 comentario:
Es un pequeño alivio este poema entre tamto dolor que ocaciona la perdida de un ser querido,
me gusto mucho mucho.
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