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sábado, 6 de marzo de 2010

Si a la Vida!


Yo sigo pensando que el aborto deberia ser contemplado caso extremis.. yo soy partidaria de la prevención,de la ayuda a esas chicas jovenes que por lo que sea se ven en situación de embarazo encuentro mil razones antes muy antes de llegar al aborto.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Contraargumento a mi opinión sobre el aborto

Ley que permite el aborto de las niñas de 16 años sin necesidad de consultárselo a sus padres

Entiendo vuestra preocupación, pero pienso que puedo aportar una opinión bien fundamentada desde mi mente, siempre muy analítica, de futura pedagoga. Creo que no habéis realizado un análisis de la situación en profundidad. Como padres normales que sois sentís indignación, pero lo primero que tenéis que pensar es que no todos los padres son como vosotros, que es de lo que partís erroneamente. Algunos padres no se preocupan de sus hij@s o, aunque os parezca increíble, no desean lo mejor para sus hij@s (por desgracia conozco muchos casos), otros son egoístas y quieren tener un niet@ sin pensar en que su hijita de 16 años será madre, otros se avergüenzan, rechazan, echan de casa o dan palizas. Conozco casos de niñas que, por miedo a sus padres, han intentado abortar solas y se han hecho auténticos escarnios que incluso las han dejado estériles. Por otro lado, hay que tener claro que la ley NO PROHÍBE a la niña de 16 años decírselo a sus padres, por lo que si son unos padres que han dado una educación normal y mantienen una relación de dialogo con su hija, ella misma decidirá consultar a sus padres seguro (como será vuestro caso y en la mayoría). Y por último, que con 16 años la opción adecuada (para mí) es siempre abortar, pues es una niña inmadura, por lo que, tanto si la toma sola como acompañada, habrá tomado la decisión adecuada. Para lo que sí debería consultar con sus padres es para tenerlo, ya que para poder hacerse cargo de él necesitará TODO su apoyo, dedicación, ayuda económica, tiempo y comprensión, no para el caso contrario, porque tenerlo es el problema. Tenéis que tener en cuenta que aun tenéis una educación muy cegada por la religión, pero hay que procurar, primordialmente, una buena vida a las personas que ya están aquí, antes que a algo que tiene vida pero no es todavía una persona, no tiene sentimientos ni siente (para eso hay leyes que regulan el tiempo de gestación), mientras que la niña de 16 años es ya una persona que tiene derecho a la vida, a una vida digna y equiparable a las demás niñas de 16 años; que haya cometido un error por ignorancia o inmadurez (lo que precisamente demuestra que no está preparada para ser una buena madre) no se le debe hacer pagar tan duramente, privándola de su infancia y juventud, lo que puede incluso acarrear reproches hacia su hij@ en el futuro, como pasa, incluso en cientos de casos en los que la chica decide tenerlo, cuanto más si ha sido obligada por sus padres. Por supuesto que el aborto puede ser un trauma psicológico (no siempre) pero decírselo a según qué padres puede serlo más y no abortar es algo que es para toda la vida y no se trae un muñeco al mundo sino una persona, y eso no es un juego ni un trauma psicológico temporal de culpabilidad o el susto del momento, eso es para siempre. Y sobre todo no hay que hacérselo pagar a ese hij@ que no tiene culpa de nada y en el futuro tendrá problemas, pues merece una madre adulta y madura que pueda educarlo y guiarlo adecuadamente, no sólo cuidarlo. Con lo difícil que es ser madre, es una locura pretender que lo sea una niña de 16 años, y encima imagino que luego se le exigirán buenos resultados (como a todas) para no denunciar a su hij@, el delincuente juvenil, si roba, pega o vende droga en el futuro; si los padres adultos lo tienen difícil para educar correctamente no me quiero imaginar una niña que aun no ha terminado su propio proceso educativo y madurativo. Además, en mi opinión, unos padres que obligan a su niña de 16 años a tener un hij@ no están muy bien de la cabeza, así que mejor no preguntarles. Os hablo desde el conocimiento de un mundo lejano a vosotros, que desconocéis, y al que afecta de verdad esta ley. Espero que leáis esto con mente abierta y comprensiva, sobre todo comprensiva hacia una niña asustada, en un núcleo familiar desestructurado, con más miedo a sus padres que al embarazo, pero con toda la vida por delante, y que en el futuro, cuando sea madura y esté preparada, podrá ser una madre feliz y maravillosa.
Escrito y enviado por Vanesa P.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Yo si, estoy en contra

"NO SE LO DIGAS A MAMÁ".GENIAL ARTICULO DE MARILÓ MONTERO
Me gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres.

Me gustaría saber de qué son expertos y si son padres y madres. Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella.
Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener una relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto. El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual. Síntomas que pueden llegar a aparecer, dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, incluso años después de haber abortado.

Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso, que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse. Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida. Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia.

Me gustaría saber quién le va a informar a una adolescente de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia. ¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé?

Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia.

Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevará a cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada.

Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres. Y me gustaría saber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente? ¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre? ¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la ley del aborto? Una cuestión más: ¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente? O es la ley del "no se lo digas a mamá porque no la necesitas". Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola.
Porque soy su madre.

Si estás en contra de la ley que prepara el actual gobierno, difunde este artículo. En caso contrario, disculpa.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El drama de los embarazos deseados

Últimamente se habla mucho del aborto y de los embarazos no deseados, pero ¿Quién habla de los “embarazados deseados”? Esta carta no es para el director del diario, no es para los políticos ni para mover las conciencias; es una carta “de mujer a mujer”, es una carta para ti, que estas embarazada y piensas en abortar. Yo soy una de esas miles de mujeres que vive la desgracia del “embarazo deseado” y no logrado, que vive el drama de ser estéril, de desear con todo el alma ser madre y ver que es algo imposible.
Sé que un hijo te cambia la vida y que tienes que estar segura de querer ser madre antes de serlo, por eso entiendo lo duro que es quedarte embarazada sin desearlo. Ante eso estáis solas y desamparadas, nadie puede hacerse cargo de lo duro que es hasta que le pasa, pero ¿sabéis lo duro que es no poder quedarse embarazada deseándolo fervientemente? ¿Sabéis las lagrimas que derramamos casi a diario?
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